La ciudad de Brasilia se ha convertido por unas horas en el escenario de una batalla campal entre un nutrido grupo de indígenas de diferentes etnias brasileñas y la policía de la localidad.
Los indígenas, que protestaban por el despilfarro económico que está suponiendo el Mundial de Brasil, llegaron a subirse al tejado del Congreso de la ciudad, pero fue cuando pretendían acceder al estadio Nacional Mané Garrincha, cuando una dotación de 500 agentes de la policía brasileña se interpuso en su camino lanzándoles gases lacrimógenos, a lo que los indígenas respondieron defendiéndose con lanzas, piedras, y hasta disparando sus arcos, destacar que un agente resultó herido de flecha en una pierna.
Cabe destacar que esta solo ha sido una de las muchas protestas y huelgas que desde hace meses asolan las localidades brasileñas donde se disputarán partidos de la cita mundialista este verano, las últimas han sido las huelgas de transporte y sanidad.
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