Para la parroquia blanquiazul parecía que la liga se había acabado hace 6 jornadas. Un buen trabajo en los primeros 30 partidos situaban a los de Aguirre con 40 puntos y más cerca de Europa que del infierno de Segunda. Pero todo ha cambiado. El hecho de haber conseguido sólo 1 punto de los últimos 18 ha hecho que vuelvan a aparecer los fantasmas del descenso por Cornellà-El Prat y que el partido de este domingo contra Osasuna se convierta en vital.
La racha actual está haciendo "muchísimo daño", tal y como ha expresado el presidente Collet. Las dudas, también han llegado a los jugadores y ayer en rueda de prensa se pudo escuchar cómo una pieza clave del equipo como es Víctor Sánchez no descartó que el Espanyol pueda irse a Segunda si no ganan nada.
Son escasas las probabilidades de que pueda bajar, se tendrían que dar muchos factores para ver al Espanyol en la categoría de plata, pero mientras exista la posibilidad, los aficionados no pueden obviarla y dejar de ver a su equipo en Segunda. Basta con puntuar en casa el domingo a las 19 horas contra Osasuna para que sea un año más equipo de Primera División, por onceavo año consecutivo.
Es por la trascendencia del partido que desde el club se está animando a los aficionados periquitos a que llenen las gradas del estadio con diferentes iniciativas. La más significativa es que cada abonado podrá comprar un máximo de cuatro entradas extra a cinco euros cada una, medida con la cual se espera superar la media de asistentes al campo durante este año que es de 19.498 aficionados, la media de asistencia más pobre desde la temporada 00-01
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